Llegan los meses de calor, de descanso, de escapadas a la playa o a la montaña. El mundo se para un poco a descansar, pero la solidaridad, no.
Durante el año, más de 40 voluntarios y voluntarias promueven la inclusión social de distintos tipos de colectivos vulnerables: Mayores, personas con enfermedad mental e infancia; pero llega el verano y ¿qué ocurre entonces?
Muchos acompañamientos frenan un poco, son menos habituales, pero no desaparecen.
El proyecto de acompañamiento a mayores en riesgo de aislamiento o soledad continúa porque la soledad no se toma vacaciones de verano.
Tenemos la enorme suerte de contar con personas tremendamente generosas con su tiempo.
Si quieres realizar un voluntariado, infórmate.